10 CONSEJOS CASEROS CONTRA LA INFLACIÓN

La inflación es un tema  que repercute muy fuertemente en la economía doméstica. Todos debemos lidiar con ella diariamente y muchas veces sufrimos por el grave perjuicio que provoca en nuestras finanzas. Con estos consejos se pueden mitigar un poco sus efectos, y con otros sacar provecho de la situación. Si bien cada caso tiene sus particularidades, lo planteado aquí suele ser muy común para todos:

1.-  Anticipa compras de bienes de consumo.
Acopiar puede ser una buena idea si no se exagera. Aprovecha a principio de mes realizar la mayoría de las compras necesarias para ese período. Armar un pequeño almacén con productos no perecederos contribuiría mucho en este sentido. En ocasiones los productos llegan a subir más del 15% en un trimestre, como sucedió con el azúcar, el arroz y la yerba mate entre Enero a Marzo 2014, productos no perecederos que son de uso diario. Gastar para consumo es inevitable, por ello, ante las imparables  subas, cuanto más se acopie más se aprovecha.

2.- Elige almacenes, no cadenas de supermercados.
 La ventaja de poder comprar en un almacén de barrio es que no tiene un contacto en tiempo real con todos sus proveedores y por lo tanto no puede ajustar rápidamente los aumentos de precio. Las grandes cadenas por el contrario actualizan sus precios de manera diaria. Una ventaja que tienen las  cadenas sin embargo, es que al tener mayor volumen de compra consiguen lanzar promociones. Sólo en esos casos conviene aprovechar sus ofertas e ir a comprar.

3.- Opta por pequeñas marcas y no por grandes corporaciones.
Las grandes marcas tienen un fuerte poder en la fijación de precios  y suelen ser las primeras en provocar un aumento. Las pequeñas empresas en cambio se adaptan más lentamente a la suba de precios puesto que se ven restringidas a las decisiones de los grandes competidores y a la demanda. Arcor o Molinos Rio de la Plata son ejemplos de empresas con una enorme participación del mercado acusadas muchas veces como responsables parciales de la inflación.

4.-  Cambia tus hábitos. Los productos más populares son los primeros en aumentar.
Los productos  que la mayoría consume empujan fuerte en los precios, en cambio aquellos que no son de consumo popular no registran grandes saltos. Así, mientras que el corte de asado aumentó un 49% su precio en el 2013,  el pollo subió sólo un 25%,  y la merluza no presentó aumento. Esto se debe a que no todos los productos aumentan en igual proporción, puesto que son muchos los factores que participan en la determinación de su precio.

5.- Los billetes queman. Desháztelos 
El efecto más negativo que tiene la inflación es atentar contra la capacidad de compra de la moneda. Los billetes permiten con el paso del tiempo comprar cada vez menos, por ello no es conveniente conservarlos. Se deben utilizar para invertir o para un consumo inevitable. No recomiendo que se consuma sólo por el hecho de consumir, eso tampoco es saludable. Cuanto antes le encuentres destino mejor.

6.- No adelantes ninguna cuota. Mejor haz trabajar el excedente.
Cuando en un préstamo se fija una tasa, la inflación irá en contra del rendimiento del acreedor. Debido a que el dinero vale cada vez menos el acreedor estaría recibiendo el pago de una cuota fija cada vez con menos poder de compra. En contextos inflacionarios son los deudores los mayores beneficiados al ver licuarse su deuda. Por tal motivo conviene permitir que la tasa de interés se siga erosionando.

7.- Ante tanta incertidumbre no tomes un nuevo préstamo
Los préstamos actualmente no son muy convenientes. Las tasas se han disparado y muchas opciones en el mercado son realmente usurarias. En contra de otras opiniones, asumir nueva deuda ante tanta incertidumbre no es recomendable. Si aún así lo necesitas, es muy importante que consultes el costo financiero total del préstamo y veas la brecha con la inflación estimada para el año.

8.-  Aprovecha cuando la devaluación corre más lento que la inflación. Viaja al exterior
Sucede mucho con el dólar. Mientras los precios están en alza, la moneda nacional no se devalúa a igual ritmo, por lo que en el exterior las cosas se tornan más económicas que en el país. La devaluación es un factor muy importante para que el país no pierda competitividad en el exterior. En tanto no se ajuste la moneda (ya sea por el mercado o por maniobras del Gobierno) se puede sacar provecho viajando al exterior.

9.- Arma contratos con plazos cortos. Acepta contratos con plazos largos.
Siempre y cuando puedas  decidir en la firma de un contrato de alquiler o de servicio, trata de que el plazo sea lo más largo posible en caso que seas el inquilino o prestatario. Aún sabiendo que tiene un ajuste de aumento de precio, presta mucha atención en el porcentaje de ajuste. Incluso podrías  negociar para pagar por adelantado y congelar el precio temporalmente. Si en cambio prestas algún servicio evita realizar contratos por plazos largos, mejor acordar por poco tiempo para flexibilizar el precio a los vaivenes  del mercado.

10.-  No todos los bienes resguardan valor.
 Muchas veces se adquieren bienes durables como motos, autos, etc, creyendo que de esta manera se resguardan de la inflación. Esto no siempre es así. Si bien son preferibles a tener el dinero en mano, los bienes también valen cada vez menos con el paso de los años y su uso. No pueden ser considerados como una inversión. Resguardo de valor podría ser un terreno, refacciones en casas para alquiler, compra de divisas más fuertes, oro, etc.

Puede que lleve tiempo y esfuerzo seguir muchas veces estos consejos, pero pueden resultarles muy útiles. Partiendo de mi experiencia, he llegado a ahorrar hasta un 20% de mis ingresos mensuales.
Las particularidades de cada persona pueden cuestionar estos consejos o por el contrario reforzarlos. Siempre dependerá de la situación que atraviesen, por ello los invito a reflexionar al respecto.

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