UN BREVE RETRATO DE EVO MORALES
Bolivia es un país caracterizado
por cargar bajo sus espaldas siglos de explotación y postergaciones. La mayoría
de su gente sólo había conocido la pobreza y la marginación, acostumbrada a
agachar la cabeza ante los saqueos y abusos que se perpetraban con sus
recursos. Por eso hoy sorprende al verse más vigorosa, con crecimiento
económico constante, con menores niveles de desempleo y mayor bienestar.
La aparición de la figura de Evo
fue clave en este proceso de enorme cambio. Con su mandato, el pueblo recuperó
su dignidad y fue derribando paulatinamente una estructura de exclusión forjada
por una minoría económica que se había
adueñado de la conducción política de la nación. Muchos esquemas se rompieron
con Evo al poder: Se convirtió en el primer presidente indígena en la historia
boliviana, el primero de orígenes muy pobres, y el primero sin títulos académicos
(ni siquiera el bachiller). De un país con al menos el 50% de su población de
raíces indígenas, Evo se mostraba como el primer mandatario más representativo
de las mayorías sociales.
Como líder, Evo no surgió de la noche a la
mañana como un paladín en búsqueda de los derechos negados a la clase pobre
boliviana. Se formó como tal con muchos años de militancia sindical, peleando
por defender a la clase campesina que vivía del cultivo de coca. El cocalero
narco, como era apodado peyorativamente, empezó a inmiscuirse cerca del año 1985
(26 años). En sus principios de sindicalistas Evo no se reconocía ni siquiera
como político. “Me verán – decía – como maleante, como haragán, como ladrón “.
Sólo después de haber entendido la importancia de garantizar y promover los
cambios desde dentro del espacio político, decidió aspirar a formar un partido
(MAS) y a obtener una banca legislativa.
Ya en la presidencia, la
estrategia de Evo no estaba enfocada en tomar políticas económicas exitosas, o
seguir fielmente a teorías académicas que prometían desarrollo. De hecho, él
mismo reconoce que le costaba mucho entender cómo funcionaba la economía cuando
asumió en su primer mandato. Los tecnócratas terminaron tomando un lugar de
asesoría y el Estado comenzó a poner su atención a las masas postergadas del
país. Evo construyó y construye desde la participación de toda la población,
dándole voz a las clases bajas, renunciando a siglos de servidumbre
norteamericana, nacionalizando recursos estratégicos y devolviéndole al pueblo
la dignidad por sobre los intereses económicos minoritarios. Eso sin dudas
reactivó la economía de manera explosiva. Cada vez más personas salían de la
pobreza, y otras llegaban de a poco a formar parte de la clase media. Se gestó
un progreso equitativo, que redundó en un bienestar general. El Estado
sumamente presente defendiendo y
ponderando los intereses de la nación, tanto en sus discursos como en sus
políticas. La implantación de programas sociales, de reformas
constitucionales claves dieron el empuje necesario para salir del pozo
económico que tenía a más del 70% en
condiciones de pobreza.
Fueron, en definitiva, las
políticas de inclusión y no las teorías económicas las que contribuyeron al
progreso de un país, y la convicción y coherencia de un Evo luchador, obstinado
y honesto (como lo define el occidente boliviano) o un Evo ignorante, populista
y sin clase (como lo ven los del extremo oriente boliviano).
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